Foro Abierto despidió ayer el actual curso académico con la presentación de Asturias para Vera. la obra del gijonés Ricardo Menéndez Salmón que ha sido galardonada con el Premio Llanes de viajes 2010 .
Después de haber llevado su obra en peregrinación por distintos lugares de la geografía española, el acto celebrado en la librería Cervantes fue, más que una presentación al uso, un reencuentro con amigos y lectores con los que compartió hora y media de charla consagrada (obviando algunas digresiones) a la literatura.
Se comenzó hablando, como era prescriptivo, de la novela premiada, pero el autor no se recreó en exceso en su propia obra, sino que se limitó a hacer unos pequeños apuntes sobre lo que el lector debe o no buscar en esta obra que, pese a encuadrarse en la categoría de "literatura de viajes", no lo es en el sentido tradicional, porque, sea cual sea su título y el premio que haya recibido, Asturias para Vera es una novela de Menéndez Salmón, la más autobiográfica, confiesa, y lo que mejor la define es la reflexión sobre cuestiones vitales de primer orden que en ella se desarrollan.
El resto de las palabras de Ricardo estuvieron dedicadas a la literatura de otros. Así, quiso recordar y recomendar algunos libros de viajes especialmente valiosos para los asturianos por ser obras que a su calidad literaria unen la vinculación del autor, el tema o de ambos con nuestra tierra; tales son, por ejemplo, las Cartas del viaje a Asturias de Jovellanos (1788) o Viaje por las Escuelas de España de Luis Bello (1926 - 1929).
Después de haber llevado su obra en peregrinación por distintos lugares de la geografía española, el acto celebrado en la librería Cervantes fue, más que una presentación al uso, un reencuentro con amigos y lectores con los que compartió hora y media de charla consagrada (obviando algunas digresiones) a la literatura.
Se comenzó hablando, como era prescriptivo, de la novela premiada, pero el autor no se recreó en exceso en su propia obra, sino que se limitó a hacer unos pequeños apuntes sobre lo que el lector debe o no buscar en esta obra que, pese a encuadrarse en la categoría de "literatura de viajes", no lo es en el sentido tradicional, porque, sea cual sea su título y el premio que haya recibido, Asturias para Vera es una novela de Menéndez Salmón, la más autobiográfica, confiesa, y lo que mejor la define es la reflexión sobre cuestiones vitales de primer orden que en ella se desarrollan.
El resto de las palabras de Ricardo estuvieron dedicadas a la literatura de otros. Así, quiso recordar y recomendar algunos libros de viajes especialmente valiosos para los asturianos por ser obras que a su calidad literaria unen la vinculación del autor, el tema o de ambos con nuestra tierra; tales son, por ejemplo, las Cartas del viaje a Asturias de Jovellanos (1788) o Viaje por las Escuelas de España de Luis Bello (1926 - 1929).
Enfrentado a su propia creación literaria, el escritor admitió que ésta no le resulta placentera; por placer lee a los grandes, pero no escribe. La narración entra para él en el ámbito de lo que denomina "retórica de la consolación" que es la razón última que le empuja a enfrentarse al folio en blanco y a las disquisiciones derivadas de la elección de una primera o tercera persona. Por cierto, cuando se refiere a los "grandes" literatos del s. XX lo hace pensando en Kafka (narrativa), Elliot (poesía) y Beckett (teatro) porque, a su juicio, fueron ellos quienes hicieron tambalearse los cimientos de sus respectivos géneros y abrieron nuevas posibilidades expresivas; otros muchos autores han escrito obras extraordinarias, pero su trayectoria literaria no ha alcanzado la excelencia de los antes mencionados.
Por último, la recomendación de una lectura estival: Verano de John Maxwell Coetzee.
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