Desde que fue nombrado "Asturiano del mes" por La Nueva España le ando siguiendo la pista a Daniel Rodríguez, "el primer asturiano con lesión cerebral que obtiene un título universitario". Me interesa su fuerza, sus ganas de comer la vida a grandes bocados en vez de quedarse quietecito esperando que el tiempo se lo coma a él y el papel ejemplificador que ha empezado a ejercer.
Desde que aprendía a atarse los cordones de las zapatillas hasta ahora ha recorrido un largo camino y por fuerza ha tenido que hacerlo a pasitos pequeños y bien medidos. La elección de Trabajo Social como carrera, la redacción de su propia autobiografía y la posterior publicación de ésta dan idea de que, sea cual sea el estado de su cerebro, su mente funciona ordenadamente, es osada, creativa y fuerte.
Daniel está ahora en un momento de cambio. Ha terminaado sus estudios y como muchos otros jóvenes universitarios está a la espera de incorporarse al mundo laboral, pero creo que por una vez él no va a ser quien lo tenga más difícil. ¡De algo habrá de servirle su impresionante trayectoria!
Ahora bien, con independencia del trabajo que acabe desarrollando, Daniel tendrá que simultanearlo con una tarea que comenzó hace ya mucho tiempo: la de animar con su ejemplo, denunciar las injusticias que conoce por experiencia y participar activamente en su erradicación.
¡Ánimo, Dani, tú has hecho posible tu futuro y ahora puedes ayudar a mejorar el de otros muchos!
OCHENTA PAÍSES CONSIDERAN ILEGAL LA HOMOSEXUALIDAD
Hay noticias que sorprenden por lo evidente. Denuncian hechos que presumimos que puedan existir, aunque nunca nos hayamos parado a pensar en ellos. Esta ha sido para mí una de ellas.
Me desborda el intento de calcular el número de personas que puedan estar sufriendo en este momento la tortura de comprobar que sus actos sexuales son para la autoridad, y, en consecuencia, para sus conciudadanos, actos delictivos, y me desubica temporalmente la actuación de la OMS, manteniendo la homosexualidad en el catálogo de enfermedades (ignoro si tal listado incluía el correspondientes tratamiento para su curación) hasta hace solo 20 años.
Es evidente que nuestra sociedad ha progresado rápidamente en este lapso de tiempo. La postura que cada uno adopte ante este tema es meramente personal, tanto en el aspecto ideológico como en la práctica sexual y en la expresión de ese posicionamiento no cabe la intervención de las fuerzas del orden público o de la judicatura, siempre, claro está, que se ejerza democráticamente.
Pero, por favor, démosnos un tiempo para afianzar lo conseguido y no nos lancemos a elaborar programas destinados a concienciar a los escolares de los padecimientos de los homosexuales en esos ochenta países, culturalmente tan distantes. Tengamos en cuenta que la escuela no puede asimilar todo el horror del mundo y prioricemos. Aprovechemos que partimos de una situación social normalizada (al menos legalmente) para ayudar a nuestros niños a desarrollar su sexualidad sin traumas y démosles la información necesaria para que puedan tomar decisiones racionales e inteligentes en sus prácticas sexuales presentes o futuras.
Pero, por favor, démosnos un tiempo para afianzar lo conseguido y no nos lancemos a elaborar programas destinados a concienciar a los escolares de los padecimientos de los homosexuales en esos ochenta países, culturalmente tan distantes. Tengamos en cuenta que la escuela no puede asimilar todo el horror del mundo y prioricemos. Aprovechemos que partimos de una situación social normalizada (al menos legalmente) para ayudar a nuestros niños a desarrollar su sexualidad sin traumas y démosles la información necesaria para que puedan tomar decisiones racionales e inteligentes en sus prácticas sexuales presentes o futuras.
Con todo mi respeto, rechazo la utilización de la guía didáctica elaborada por XEGA (Colectivo Asturiano de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexueales) para mostrarles a nuestras "criaturas" los derechos de este amplio colectivo en el mundo, y lo denuncio como gasto superfluo en un momento en el que nuestra economía no puede permitirse este tipo de dispendios.
100 AÑOS DE UNIVERSIDAD PARA LA MUJER ESPAÑOLA
THE BEAUTY MYTH
En 1991 Naomi Wolf en su best-seller The Beauty Myth--How Images of Beauty Are Used Against Women denunciaba la trampa encubierta que la cultura surgida en torno a la belleza del cuerpo había ido tramando a su alrededor y cómo en las dos décadas anteriores, fundamentales en el desenvovimiento de las libertades individuales de la mujer, ésta había ido dejándose envolver más y más en las redes de esa otra clase de servidumbre :
En 1991 Naomi Wolf en su best-seller The Beauty Myth--How Images of Beauty Are Used Against Women denunciaba la trampa encubierta que la cultura surgida en torno a la belleza del cuerpo había ido tramando a su alrededor y cómo en las dos décadas anteriores, fundamentales en el desenvovimiento de las libertades individuales de la mujer, ésta había ido dejándose envolver más y más en las redes de esa otra clase de servidumbre :
"The more legal and material hindrances women have broken through, the more strictly and heavily and cruelly images of female beauty have come to weigh upon us...During the past decade, women breached the power structure; meanwhile, eating disorders rose exponentially and cosmetic surgery became the fastest-growing specialty... pornography became the main media category, ahead of legitimate films and records combined, and thirty-three thousand American women told researchers that they would rather lose ten to fifteen pounds than achieve any other goal...More women have more money and power and scope and legal recognition than we have ever had before; but in terms of how we feel about ourselves physically, we may actually be worse off than our unliberated grandmothers."
El pasado lunes, 17 de mayo de 2010, la doctora Alejandra Moreno Álvarez, profesora del departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Oviedo, en el taller «Imprescindibles del género», defendía la vigencia de la obra de Naomi Wolf que es y ha sido, en palabras de la profesora, "una denuncia del patriarcado que sustenta una forma de presión, un burka que pesa sobre la mujer", y, al amparo de esta interpretación, el taller se convertía en prueba palpable y fehaciente de la imprescindibilidad de una Ministerio de la Igualdad que "vele por atender a todas esas desigualdades sociales que existen. Porque a veces hay que escarbar, rascar y sacarlas a la luz. Como por ejemplo el hecho de que la mujer invierta un tercio de su sueldo en su belleza, algo a lo que el hombre no está obligado".
No creo incurrir en error al tildar de estereotipo el hecho de que en un taller organizado por la concejalía de la Mujer la ponente, que en este caso defiende la vigencia de una obra escrita hace dos décadas, halle en el tema que desarrolla argumentos que avalen la vigencia de un Ministerio, el de Igualdad, cuestionado por un amplio sector de la población que admite preferir la erradicación de este organismo, antes que la adopción de otro tipo de recortes presupuestarios. ¡Qué conveniente! ¡Qué apropiado! Acaso, ¡qué sesgado!
Recuerdo la sorpresa que me produjo hace años el descubrimiento de una pinza de depilación entre ciertos restos castreños expuestos en un museo. ¡Increíble pensar que aquellas lejanas antepasadas tuvieran en su corta y accidentada vida la tentación de erradicar un pelo de su lugar de origen por razones que imagino serían de índole meramente estética! ¿Por qué comenzarían a hacerlo? ¿De qué suplicios no nos habrían librado a sus descendientes si nunca hubieran osado hacer uso de aquella herramienta de tortura? ¡Oh, Aido!, ¿dónde estabas tú entonces? ¿Dónde tu Ministerio de Igualdad? Me temo que, como diría la gran tonadillera, "Ahora, es tarde, señora. Ahora es tarde..."
El pasado lunes, 17 de mayo de 2010, la doctora Alejandra Moreno Álvarez, profesora del departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Oviedo, en el taller «Imprescindibles del género», defendía la vigencia de la obra de Naomi Wolf que es y ha sido, en palabras de la profesora, "una denuncia del patriarcado que sustenta una forma de presión, un burka que pesa sobre la mujer", y, al amparo de esta interpretación, el taller se convertía en prueba palpable y fehaciente de la imprescindibilidad de una Ministerio de la Igualdad que "vele por atender a todas esas desigualdades sociales que existen. Porque a veces hay que escarbar, rascar y sacarlas a la luz. Como por ejemplo el hecho de que la mujer invierta un tercio de su sueldo en su belleza, algo a lo que el hombre no está obligado".
No creo incurrir en error al tildar de estereotipo el hecho de que en un taller organizado por la concejalía de la Mujer la ponente, que en este caso defiende la vigencia de una obra escrita hace dos décadas, halle en el tema que desarrolla argumentos que avalen la vigencia de un Ministerio, el de Igualdad, cuestionado por un amplio sector de la población que admite preferir la erradicación de este organismo, antes que la adopción de otro tipo de recortes presupuestarios. ¡Qué conveniente! ¡Qué apropiado! Acaso, ¡qué sesgado!
Recuerdo la sorpresa que me produjo hace años el descubrimiento de una pinza de depilación entre ciertos restos castreños expuestos en un museo. ¡Increíble pensar que aquellas lejanas antepasadas tuvieran en su corta y accidentada vida la tentación de erradicar un pelo de su lugar de origen por razones que imagino serían de índole meramente estética! ¿Por qué comenzarían a hacerlo? ¿De qué suplicios no nos habrían librado a sus descendientes si nunca hubieran osado hacer uso de aquella herramienta de tortura? ¡Oh, Aido!, ¿dónde estabas tú entonces? ¿Dónde tu Ministerio de Igualdad? Me temo que, como diría la gran tonadillera, "Ahora, es tarde, señora. Ahora es tarde..."
El "culto al cuerpo" es lugar común, hoy en día. Vendemos y compramos imagen. Vendemos y compramos para mejorar nuestra imagen, es decir, para asimilar nuestras características físicas al ideal de belleza que se nos impone desde los medios. Le dedicamos dinero, tiempo, conversaciones, lecturas y pensamientos. Obtenemos satisfacciones a corto plazo, padecemos desilusiones y ansiedad y, al mismo tiempo, hacemos posible la creación y el mantenimiento de clínicas, boutiques, grandes almacenes, empresas de confección, de calzado, de complementos, de perfumería y cosmética, gimnasios, Spas, librerías, gabinetes psicológicos, ... Pero también concesionarios, inmobiliarias, agencias de viajes, empresas de aviación, ferrocarril, hostelería, informática, ... porque esa imagen mediática configura el modo que tenemos de entender la vida, las metas que nos marcamos y lo que hacemos para alcanzarlas.
The Beauty Myth no puede verse reducido a los problemas de las mujeres con el peso o al mayor o menor uso de los productos cosméticos frente a los hombres, ni cabe utilizarlo para alzar la voz contra el machismo imperante. Tal simplificación es, de por sí, una simpleza o una manipulación.
Para avanzar en la consecución de la libertad individual es preciso tomar conciencia de nuestras esclavitudes, pero, para ello, se necesita libertad de pensamiento y el pensamiento es " estar siempre de paso".
Para avanzar en la consecución de la libertad individual es preciso tomar conciencia de nuestras esclavitudes, pero, para ello, se necesita libertad de pensamiento y el pensamiento es " estar siempre de paso".
¿ES UN TEMA DE IGUALDAD?
Tres colegios públicos asturianos han acordado que los alumnos acudan uniformados a las aulas.Tres colegios públicos asturianos han acordado que los alumnos acudan uniformados a las aulas. Igualdad (esconde las diferencias sociales), economía (las familias se gastan cuatro veces menos en la ropa del curso escolar) y comodidad (evita el mareo de cabeza que supone decidir cada mañana cómo vestir al niño) son los tres argumentos que esgrimen los padres de los colegios Peña Tu, de Llanes; Reconquista, de Cangas de Onís, y Gesta II, de Oviedo. No son los primeros. Madrid y Valencia son las autonomías que cuentan con un mayor número de colegios públicos con uniforme.
El sociólogo Servando Cano relata que «hubo una época en que el uniforme estuvo mal visto, era una imagen de rebaño, y se pensaba que despersonalizaba; pero ahora, al quitar el uniforme, la forma de vestir se ha convertido de la mano de las marcas en un hecho de diferenciación social y en un factor de posición social». Para este sociólogo la induementaria «ha introducido en el espacio escolar una cierta distancia social entre los alumnos, que repercute en sus formas de relación y agrupación. Así que a la vez que diferenciaba socialmente, modelaba las relaciones sociales dentro del colegio». Para Cano el aula debe ser «un espacio de igualdad» por lo que defiende el uniforme como «un gesto a través del cual se haga visible la igualdad y más hoy día, en que la distancia social es más visible».
¡Ejem! Analicemos este concepto de "uniforme":
«un gesto a través del cual se haga visible la igualdad y más hoy día, en que la distancia social es más visible»o, dicho de otro modo, "gesto que haga visible la igualdad ¿social? que no es visible por la distancia social", y, esto vendría a ser algo así como "gesto que simule la igualdad social que no es visible... acaso...¿ por qué no existe?".
Desconozco el conocimiento que el Sr. Cano pueda tener de ese espacio que es el aula. El mío es amplio, aunque obviamente subjetivo y sesgado, pero creo que lo suficientemente ponderado como para poder afirmar que cuando la "distancia social" es causa de segregación eso no lo salva una faldita de pliegues ni un jersey con las iniciales del cole. Los grupos en los que se crean subgrupos lo hacen atendiendo a características comunes de las que la ropa sólo es el reflejo (intereses comunes, ámbito en que se desarrolla su vida fuera del colegio, afinidades familiares) y aquellos otros en los que, consciente o inconscientemente, se margina a uno o varios alumnos, los factores de exclusión son complejos y resultan difíciles de "disfrazar".
Desconozco el conocimiento que el Sr. Cano pueda tener de ese espacio que es el aula. El mío es amplio, aunque obviamente subjetivo y sesgado, pero creo que lo suficientemente ponderado como para poder afirmar que cuando la "distancia social" es causa de segregación eso no lo salva una faldita de pliegues ni un jersey con las iniciales del cole. Los grupos en los que se crean subgrupos lo hacen atendiendo a características comunes de las que la ropa sólo es el reflejo (intereses comunes, ámbito en que se desarrolla su vida fuera del colegio, afinidades familiares) y aquellos otros en los que, consciente o inconscientemente, se margina a uno o varios alumnos, los factores de exclusión son complejos y resultan difíciles de "disfrazar".
Por otro lado, podemos afirmar que el uniforme es inútil a la hora de implantar una igualdad que vaya más allá de lo estético, pues basta con fijamos en la forma de vestir de nuestros políticos -que podríamos creer visten uniforme- que no parece facilitarles la cohesión, si bien les hace salir mejor en la foto que cuando les toca posar con Evo Morales y su incómodo jersey de lana.
100 AÑOS DE UNIVERSIDAD PARA LA MUJER ESPAÑOLA
El 8 de marzo de 1910 una Real Orden indicaba en la Gaceta de Madrid que «S. M. el Rey, se ha servido disponer [...] que por los Jefes de los Establecimientos docentes se concedan, sin necesidad de consultar á la Superioridad, las inscripciones de matrícula en enseñanza oficial ó no oficial solicitadas por las mujeres, siempre que se ajusten á las condiciones y reglas establecidas para cada clase y grupo de estudios. Madrid, 8 de Marzo de 1910».
Con anterioridad a esta fecha ya la mujer contaba con la posibilidad de completar sus estudios primarios en los Institutos de Secundaria (creados por la Ley de Instrucción Pública -Ley Moyano- de 9 de septiembre de 1857) y posteriormente en la Universidad, para lo cual necesitaba la autorización del Consejo de Ministros. En 1900 había 44 mujeres matriculadas en las aulas universitarias españolas, fundamentalmente Medicina, Farmacia, Ciencias y Filosofía y Letras. Esta situación se mantuvo hasta 1910, año en el que se eliminaron todas las barreras burocráticas que impedían el libre acceso de la mujer a la Universidad.
La Institución Libre de Enseñanza creó dentro de la Residencia de Estudiantes una de Señoritas, dirigida por María de Maeztu, que fue una institución pionera en el fomento del acceso de la mujer española a los estudios universitarios. De aquella conquista salieron intelectuales y científicas de la talla de María de Maeztu, Victoria Kent, Margarita Nelken, Clara Campoamor, Rosa Chacel, María Zambrano,…
En la actualidad seis de cada diez titulados universitarios son mujeres, pero apenas el 15% de los catedráticos tienen nombre femenino y tan sólo hay 11 rectoras en las 77 universidades españolas. Hablamos de datos, no de motivos, porque este es un artículo eminentemente laudatorio en el que celebramos un aspecto más de la libertad, en este caso, el de la mujer a optar por seguir sus estudios y obtener títulos universitarios que conformen parte de "sus circunstancias" en la etapa adulta de su vida.